Respuesta política a la crítica de una crítica cinematográfica

Daniel Seabra
31 marzo 2022

El otro día publicaba un artículo sobre The Batman (Matt Reeves, 2022) en la sección de cine de este mismo blog, y recibía una respuesta crítica sobre el artículo de Marcelo – compañero de interés en la filosofía y en este mismo blog –. A raíz de ella, he decidido retomar mi análisis, aunque ahora aportando una justificación y desarrollo político, más que cinematográfico. Trataré una cuestión muy concreta, que considero implícita en la crítica, a saber, que es necesaria la existencia de una intencionalidad en el guión de una película que respalde la interpretación política de la misma. A modo de refutación me gustaría, quizás yéndome un poco por la tangente, defender brevemente la importancia y necesidad de una tergiversación política de las producciones culturales capitalistas. Lo haré en dos partes: 

1. Intencionalidad y lectura: citaba en mi crítica al largometraje a Michel Foucault, cuya obra es clave para comprender el poder tentacular desplegado por el neoliberalismo. También hacía referencia al Realismo capitalista de Fisher (Caja Negra, 2017). Creo que entre ambos autores podemos hacernos una idea de la omnipresencia del neoliberalismo, y de la imposibilidad de ver su fin. Es natural pues, que el sistema haya colonizado también la cultura, y más si cabe la producción cinematográfica. A nadie escapa que la intencionalidad con que se producen todas las superproducciones – y no tan super – es siempre de defensa de los valores sobre los que se sustenta el propio sistema. Lo superestructural está determinado por la realidad infraestructural.

Recordando también el objetivo de dominar las almas de las personas que se marcaba una de las peores personas que ha visto la faz de la tierra, creo que lo que implícitamente defiendes en tu respuesta es uno de los sueños húmedos del neoliberalismo: que leamos sus producciones en base a la intencionalidad con que han sido producidas. Nuestro deber, en tanto que anticapitalistas, es proteger en la medida de lo posible nuestro pensamiento de la colonización. En un mundo inundado de producciones absolutamente colonizadas por el sistema, aislarse completamente no es una opción viable, mucho más realista es la tergiversación. Y la difusión de nuestras tergiversaciones de la realidad, de hacer de ellas la lectura natural, una lectura más extendida que la intencionada inicialmente.

2. Omnipresencia y tergiversación: Como decía, la tergiversación resulta prácticamente un imperativo para cualquier persona que se considere anticapitalista.  Bombardeados por producciones culturales destinadas – como prácticamente todo lo que perdura en esta sociedad – a perpetuar el neoliberalismo, es nuestra mejor arma. Y además, socializarla. He de reconocer, mientras veía la película y escribía el artículo estuve profundamente  tentado de situarme del lado de The Riddler – te doy la razón, Marcelo, un personaje muy pobremente desarrollado, como casi todos los de esta película. Pero, seamos sinceros, hubiera resultado prácticamente paródico situarse del lado del que – aunque en un giro de guión completamente debatible, y sin duda lo peor de la película, en el que no voy a detenerme por no ser esta otra crítica cinematográfica – termina siendo un sociópata. Ubicar, sin embargo, en el personaje de Batman – un sicario al margen de la ley, brazo, más armado si cabe, de las fuerzas represoras – una lectura diferente nos otorga el potencial de llegar un poco más allá, de hacernos con el gatillo de una de las armas del dispositivo neoliberal.

18 comentarios en “Respuesta política a la crítica de una crítica cinematográfica”

  1. Respuesta a la respuesta de la respuesta de una crítica, pero la hago en los comentarios porque es corta.
    Me considero anticapitalista y considero antagonista señalar las narrativas que atraviesan los productos culturales (no creo que los escritores concretos de esta película en particular o de muchas otras pensaran en este tipo de subtextos). No veo como puede ser el sueño «húmedo» del capital señalar que tiene un discurso. Es más, lo peligroso es no analizar este tipo de cosas.
    No es que sea el mismo caso, pero me pregunto si considerarías beneficioso para el capitalismo llamar bazofia a los escritos de narrativa/ficción de Ayn Rand. ¿De qué modo estoy exponiéndo mi mente a la colonización capitalista si lo hago?
    Me pregunto también si considerarias que decir que el cine de Hollywood es, en su mayoría, machista, es ceder al patriarcado.
    Espero no estar tergiversando tus palabras, pero creo que una respuesta más adecuada a este tipo de tencencias es hacer arte que les de la vuelta, no negarse a analizar correctamente la cultura dominante.
    En tu anterior artículo me gustaba el mensaje de fondo, de este no me gusta nada. Creo que hay algo importante que decir sobre como analizamos y tergiversamos los productos culturales, pero, a mi juicio, has errado el tiro.

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